Actualidad del panóptico
Fue Bentham, padre del utilitarismo, quien imaginó la construcción de un edificio con una estructura arquitectónica que facilitara la observación de las conductas de los allí encerrados. Cárceles, psiquiátricos y, más tarde, las escuelas, adaptaron sus planos a esta idea de control.
La Ilustración libera a las personas de poderes institucionales pero impone nuevos sistemas de vigilancia. Es un poder con forma de hydra, se incrusta en las mil formas de la sociedad burguesa emergente. Este poder ya no necesita los grandes fastos de los rituales medievales de los soberanos, ni las condenas organizadas de las religiones. Hay un cambio cualitativo, el poder migra al interior de las personas.
La Tecnología es el último instrumento al servicio del poder-mirar. Ahora que parecía que podíamos ver el mundo desde mil perspectivas diferentes resulta que estamos dominados por los poderes de la mirada de los otros: las grandes empresas, los políticos, los ordenadores robotizados… y un sinfín de grupos que siguen nuestros pasos sin nuestro permiso. Controlan todo lo que miramos, lo que escribimos, lo que sentimos, dónde estamos…
El panóptico yo no es edificio material, sino estructuras sofisticadas de análisis del mundo de la comunicación interpersonal que es justamente la dimensión donde se construyen las personas. Se ha encriptado en nuestro interior, desde ahí actúa, y no tenemos acceso a las claves para neutralizar su poder.
La institución escolar, encargada de la selección y clasificación de todos y todas, ha colaborado siempre con el poder panóptico. Actualmente en su esfuerzo por aparentar postmodernidad se está implantando el seguimiento con cámaras, móviles, programas informáticos y otros trastos electrónicos que dejan registrados todos los movimientos del alumnado.
Si la misión de la escuela es formar ciudadanos reflexivos ¿cuál debe ser el papel de la escuela en este ámbito?
3 comentarios el “Actualidad del panóptico”
¿Qué piensas tú?
Educrítica 
Sé que tu blog cumple una función, de ahí que su título sea de lo más explícito. Pero es duro a veces leerte.
Releo tus palabras: poder, control, vigilancia, panóptico… Es obvio que si queremos profundizar en la esencia de la educación, la escuela y el aprendizaje tenemos que dejar a un lado la ingenuidad que nos envuelve respecto a la institución escolar (hablo de mi ingenuidad), y por ello leerte es un ejercicio obligado…
Lanzas de vez en cuando preguntas al aire que permiten atisbar, que a pesar de todo, otra educación es posible. Pero echo en falta reflexiones igual de contundentes en este sentido: ejemplos, experiencias, modelos, resultados, análisis, crítica…
Es una invitación/sugerencia quizás a un nuevo apartado. Yo al menos, necesito respirar esa «otra educación» que descubro en muchos MAESTROS anónimos de todos los ámbitos (primaria, secundaria y universitaria). Quizás este blog sea una apropiada ventana… 🙂
Saludos, Inma
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Gracias por tu comentario.
Todo texto es, en parte, olvido del presente. El presente tiene relieve y las palabras se aplanan en renglones, enmudecen la algarabía de la actualidad. Estos textos quieren ser disculpas para la reflexión, textos que necesitan que los lectores los recuperen de su lecho digital y les den vida, los interpreten desde su personal historia. La realidad es el ámbito de la posibilidad, los textos quedan fijados en trazos. Se les puede preguntar, pero sola en ocasiones responden. Es a la realidad a quien hay preguntar por su posibilidad. Yo, a veces, lo hago y siempre me responde afirmativamente.
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La vigilancia como medio de coacción ,hace que los comportamientos sean los correctos por miedo a represalias,castigos,mala imagen… ,no por convencimiento,ni por considerar necesario el buen hacer.
El papel de la escuela opino que es el de formar personas responsables,reflexivas,con valores éticos,que convivan en una sociedad donde cada uno/a sea responsable de sus acciones y actúe en consecuencia.Si se da esta premisa sobran las cámaras,la vigilancia
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